El plan de China en energía: ¿una amenaza para la independencia de Latinoamérica?

Publicado: 04 / 01 /2025

Una investigación reciente de la Universidad Internacional de Florida, titulada La nueva ruta de la seda en la ciencia: la diplomacia científica de China en las Américas, examina cómo China está metida en el sector energético de nuestra región, enfocándose tanto en la electricidad como en las energías renovables.

Entre 2005 y 2022, se calcula que dos tercios de los préstamos que los bancos chinos destinaron a América Latina fueron para proyectos energéticos. Muchas de estas inversiones fueron para combustibles fósiles, pero también dieron préstamos para impulsar las energías alternativas en nuestra región, según el informe.

El Diálogo Interamericano señala que de los 67 préstamos chinos entre 2007 y 2021, 36 se destinaron al sector energético, siendo 11 para energías renovables. Aunque los préstamos vienen de bancos comerciales, parecen alinearse con las prioridades de Pekín.

Adam Ratzlaff, experto en asuntos interamericanos, comenta a Diálogo que no es raro que China quiera meterse en el sector energético. Pekín invierte mucho en energía porque lo ve necesario para su desarrollo y sus objetivos geopolíticos.

El problema de que China controle tanto del sector energético no solo pone en peligro la soberanía nacional, sino que podría usar su posición para manipular precios y controlar el suministro energético, lo que afectaría nuestras economías.

Redes eléctricas

Conexión del Proyecto Fotovoltaico Tepuy en Colombia por POWERCHINA, algo que ha levantado preocupación por el control de China sobre activos estratégicos. (Foto: Ministerio de Minas y Energía de Colombia)

El control que China ejerce sobre redes eléctricas en varios países ya está preocupando a muchos. Según The Economist, gran parte de las adquisiciones chinas recientes en la región han sido en este sector. No es que China pueda apagar las luces, pero tiene un modo de ejercer presión geopolítica sutil.

Un ejemplo es Brasil, donde en 2023 la empresa estatal china State Grid ganó una gran licitación para líneas de transmisión en el norte. Desde 2010, ha comprado muchas infraestructuras de transmisión, consolidando su posición.

En Perú, China controla ahora la distribución de electricidad en Lima. Y en Chile, su control del sector energético es fuerte, con dos grandes empresas estatales chinas participando activamente.

Todo esto proporciona a China una palanca económica para expandirse en otros sectores estratégicos y políticos en la región.

Energía fotovoltaica

China está apostando fuerte por los coches eléctricos, baterías de iones de litio y paneles solares. La enorme mayoría de los paneles usados en la región son chinos, lo que genera preocupaciones sobre un posible monopolio que agobie a los productores locales.

Expertos como Brennan alertan sobre el riesgo de un monopolio que respalde la agenda energética de China, lo que podría llevar a disputas comerciales en la región.

Pekín está abriendo fábricas como la de Livoltek en Brasil y planea más infraestructuras similares. Hay un riesgo de hackeo en las redes a través de esta tecnología, un problema que varias empresas han advertido.

Energía eólica

China también avanza en energía eólica. La fábrica de Sinoma Wind Power en Bahía, Brasil, ilustra cómo Pekín planta bandera en la región. Sin embargo, estas inversiones también llevan a protestas laborales y preocupaciones por el dominio chino.

Energía nuclear

En el sector nuclear, China busca ampliar su influencia. Pekín está interesado en proyectos en Brasil y el contrato para la central argentina Atucha III no avanza por la dependencia del uranio chino.

Las movidas estratégicas en lo nuclear ilustran el objetivo de Pekín de afianzar un control significativo sobre los recursos nacionales, lo cual podría comprometer la capacidad de control de nuestros países. La expansión china podría llevarnos a una dependencia que afecte nuestra autonomía regional.

En resumen, la creciente presencia de China en el sector energético de Latinoamérica genera preocupación. Si bien su financiamiento e inversión parecen atractivos, el control que ejerce puede comprometer la seguridad y soberanía de la región. Es fundamental evaluar estos riesgos y plantear estrategias para proteger nuestros intereses.

En este relato, se hace evidente que la estrategia de China en América Latina, específicamente en el sector energético, tiene implicancias profundas. Aunque su inversión es integral para el desarrollo energético de la región, también puede establecer un monopolio que afecte la independencia económica y política de los países latinoamericanos. El protagonismo chino en la infraestructura crítica como las redes eléctricas y la producción de energías renovables despierta preocupaciones sobre una posible dependencia que debilitaría la capacidad de decisión de la región. +#+END OF TEXT-OUTPUT+toggle+feedback

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